martes, 4 de abril de 2017

El jinete sin cabeza de Ábrego

Cuando era niño viví en un pueblito  llamado Ábrego, en aquel tiempo mis abuelos tenían una casa cerca de una callejuela y un camino para ir al campo. Como era  costumbre en las noches salía a jugar  con mis amiguitos. En una noche muy fría, con una luna encendida y rodeada de silencio, decidimos con mis amigos: Cesar, Sebastián, Juan David, Yuli, Thiago y Julián jugar fútbol en la callejuela. Al rato después de haber finalizado  el juego, muy cansados nos sentamos a contar las historias del pueblo que nos habían narrado nuestros abuelos.
Todos coincidimos en contar la misma historia que se escuchaba mucho por ese sector. Marcando el reloj las 12:00 am y con el frío que empezaba a tullirnos yo empecé a contar. Mis abuelos cuando eran jóvenes salían en las noches a visitar a un amigo que tenía televisor, de esta manera es que ellos podían ver noticias, novelas y programas que salían en ese entonces. Una de esas noches se demoraron y cuando estaban a pocas cuadras de la casa, escucharon unos ladridos de perros en la parte oscura de la callejuela y posterior a eso unos relinchos de un caballo.
No se sorprendieron, porque de noche los caballos y las vacas salen a caminar por las calles del pueblo, entonces no era la primera vez que oían ese tipo de ruido.
Como hábito de ellos, días después siguieron saliendo en la noche a casa del amigo, que era uno de las pocas personas que tenía un buen televisor a blanco y negro. Una de esas noches se tornaba un ambiente tenebroso y escalofriante por el asesinato, días anteriores, de un señor que le decían “Machetilla”, el cual vivía saliendo del pueblo y siempre paseaba en un caballo negro. “Machetilla” apareció decapitado junto a su caballo a la orilla de una quebrada cerca de su parcela.
Fuente:Oxlacmundoinsolito
Esa noche mis abuelos sentían mucho frío y temor por lo sucedido. Ellos no sabían si el miedo era porque había algún asesino suelto o por la situación de la noche, ya que había mucha neblina y no era época de invierno.
Al llegar a la vivienda volvieron a escuchar los ladridos y relinchos que salían de la callejuela  y en ese momento relacionaron el sonido con la muerte del jinete y su caballo. De inmediato los escalofríos invadieron sus cuerpos, con las manos temblorosas pudieron abrir la puerta para entrar. Estando adentro de la vivienda ya acostados escucharon galopear y relinchar.
Mi abuelo al ver tan asustada a mi abuela quiso calmarla diciéndole ‘’ mija no es nada, ya voy a mirar para que quedés tranquila’’ se levantó y se asomó por la ventana y vio un caballo robusto y de color negro con su jinete, el cual no se podía ver bien porque estaba sin cabeza.
Al finalizar la historia ya el miedo era evidente en nosotros. En ese momento de la noche decidimos irnos a dormir porque era tarde.
Estando acostado en el cuarto que da hacia la calle escuché los latidos, relinchos y galopes. Al sentirme solo porque ya mis abuelos estaban dormidos, decidí esconderme bajo las ruanas y no moverme. Pero los sonidos se oían más cerca a la ventana de mi habitación, me llene de mucho miedo y salí corriendo hasta el cuarto de mis abuelos contándoles lo que había pasado.
Ellos de inmediato se levantaron, prendieron todas las luces y se asomaron por la ventana pero ya no había nada. El jinete sin cabeza había desaparecido por la callejuela.
Escrito: Junior Torrado









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