Hernan es un joven de 20 años que decidió seguir su vida por
los ámbitos religiosos (católico), al salir a vacaciones del seminario de Ocaña
resolvió irse para su pueblo natal, Sardinata. Allí vivía toda su familia en
especial su padrino que era sacerdote de la iglesia principal. Como de
costumbre optó por quedarse con su padrino en la casa cural.
Eran las 3 am, el
joven escuchó unos gritos muy lejos y oyó que estaban tocando la ventana de
la habitación de su padrino. Sintió curiosidad y abrió cuidadosamente su
ventana que quedaba en el mismo pasillo y vio una mujer de negro flotar a 20 cm
del piso, con la cabellera larga que cubría su rostro. Ésta mujer hablaba con
el sacerdote.
De inmediato se acostó y dejó que pasara la madrugada. Al
salir el sol se levantó un poco desconcertado por lo que había visto y fue a
preguntarle a su padrino que había ocurrido.
El sacerdote le dijo que no debió abrir la ventana, porque
son espíritus malos y le hacían daño. Hernan lo que más le asombró fue que su
padrino estaba hablando con ella, y de inmediato le preguntó que por qué lo
visitó, el sacerdote le explicó que era la llamada ‘’gritona’’ la cuál era el
espíritu de una mujer y había ido a pedirle permiso para devorar a su marido.
Escrito: Junior Torrado
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